Govezanes (Gobezanes en asturiano) es una aldea casína perteneciente a la parroquia de Bueres, templo dedicado a Santiago. Junto con Bueres y Nieves forman la Tercia de Bueres, dentro del concejo de Caso, distando de la capital de concejo, Campo de Caso, 9 km por la As 117.
Tiene una población de 51 habitantes siendo 4 de ellos niños. Con una altitud de 650 m. sobre el nivel del mar, emplazado en las faldas de la Collada Arnicio y frente al Piqueru Moñu, desde el pueblo se pueden apreciar bellísimos paisajes. Por este pueblo transcurre el Camín Real del Sellón, que pasa por el antiguo Molín Candin, molino hidráulico de dos molares de maíz de principios del S.XIX, situado junto al río Les Cangues, afluente del río Orlé valle abajo.
Este tramo de Camín Real es un antiguo ramal del camino romano que entraba en Asturias por el puerto de Tarna y llegaba hasta la costa centro-oriental de Asturias, llamada La Calzada del Sellón-Facéu, que cruza Gobezanes de norte a sur.
Tanto Gobezanes como Bueres eran puntos estratégicos del comercio de arrieros como trajineros que introducían desde la costa salazones y grano desde León.
El Camín Real deja Gobezanes en dirección al sur, pasando por delante de su capilla dedicada a San Antonio, donde encontramos su gran Tejo (Texu), a cobijo del cual se hacían antaño conceyos vecinales y reuniones asamblearias del pueblo.
Si te gusta el senderismo, no dudes en acercarte a la parte alta del pueblo, por donde sale una pista hormigonada que más adelante lleva las marcas de la ruta GR 102 – Ruta del Sellón, dicha ruta asciende en dirección norte hacia la Collada de Arnicio y es en este inicio de tramo donde coincide con el camino real del cual lleva su nombre.
Gobezanes goza de una marcada personalidad, donde destaca su cuidada y recientemente restaurada arquitectura tradicional, cuidados y esmerados trabajos en las balaustres de las casas corredor, nos hacen pensar que en Gobezanes hubo grandes carpinteros trabajando.
Todo este ambiente artesano junto con la presencia el ganado autóctono que pasta en los prados y su acertada orientación “soleyera”, hacen de él un entorno privilegiado al que acudir.
Imágenes por generosidad de Monchu Calvo