¡Malditas zarzas, benditas zarzamoras que dirían muchos!

El género Rubus agrupa a especies de plantas pertenecientes a la familia de las rosáceas y a menudo se les llama zarzas. Son arbustos perennes y se caracterizan por poseer tallos sarmentosos, arqueados en las puntas, de 4 a 5 m de largo, ramas con espinas, hojas divididas en cinco hojuelas elípticas, aserradas, flores blancas o rosas en racimos terminales, y cuyo fruto es la zarzamora.
Estos frutos son carnosos y pilosos; están formados por numerosas drupas muy pequeñas unidas entre si. La zaramora es rica en vitaminas A, B1, B2, C, E, en minerales como potasio, fósforos, hierro, sodio, magnesio, manganeso, selenio, zinc, cobre y calcio, y otros componentes como ácido fólico y niacina. Ayuda a combatir diarrea, gastroenteritis, cólicos menstruales, fiebre, gripe y resfriado, llagas bucales, faringitis, amigdalitis, retención de líquidos y reumatismo.

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Te damos esta receta probada y deliciosa.

Receta de mermelada de zarzamora

600g zarzamoras, 170g agua, 30g semillas de chía y 10 cucharadas miel.

– Limpiar bien y secar las zarzamoras.
– Colocar en cazo con el agua y llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocer 15 minutos, removiendo de vez en cuando y aplastando con un tenedor.
– Agregar las semillas de chía, la miel y cocemos 3 minutos más.
– Comprobar el punto de dulzor y espesor, teniendo en cuenta que las semillas de chía gelatinizarán y la mezcla espesará ligeramente.
– Envasar al vacío o…. congelar con un correcto etiquetado (ingredientes y fecha).